El Museo Solomon R. Guggenheim, abierto en 1959, fue polémico por ser "más un monumento a Frank Lloyd Wright que un museo en si mismo". A pesar de que Wright pretendía mostrar las obras de arte en las paredes interiores curvas del espacio central, su parte cóncava lo hacía inviable. Sin embargo, el atrio central se convirtió en un lugar para la procesión y el descubrimiento del espacio a través del movimiento del visitante, mientras que su rampa continua con vistas al atrio permite a las personas interactuar a través de diferentes niveles.
En esta serie de imágenes, el fotógrafo Laurian Ghinitoiu ha puesto a las personas en el centro de la fotografía, capturando la esencia y la vitalidad del museo. Mientras algunas imágenes muestran el atrio del museo como un lugar para pasar o socializar, otras captan la relación del edificio con su contexto urbano y la vida cotidiana de la ciudad.